Aina nos encargo la reforma y ampliación de su recién heredado inmueble, en su pueblo natal. Una antigua edificación inacabada, en un solar en esquina con corral, del casco antiguo de Vilafranca. Donde junto a su pareja y su hijo por nacer, residir en sus esporádicas escapadas a Mallorca.

Una compacta edificación tradicional, de dos crujías, de muros de mampostería vista, de dos plantas y cubierta a dos aguas. Dos fachadas hacia la calle principal y corral. Y hacia el otro vial, prácticamente una medianera-fachada, contrastaba en altura con la tapia del corral.

El rotundo volumen principal, debido a su estado, sin acabar y sin parte del piso, permitía la visión interior y exterior directa, ofreciendo en su desnudez, toda su capacidad y potencial: la altura total, los tres grandes arcos del muro central, sus fachadas con sus huecos abiertos al vacío. Toda una experiencia Romántica. ¿Como actuar, en aquella admirada ruina y preservar sus valores testimoniales, ambientales y del paisaje urbano?

LUGAR HABITABLE.

Planteamos introducir el programa y potenciar las cualidades de aquella venerable edificación, capaz de satisfacer las necesidades y la fruición de la atmósfera del lugar.

La actuación consistió en:

1. Consolidar y acondicionar la edificación y su luz, con técnicas y materiales tradicionales, respetando sus cualidades únicas e irrepetibles.

2. Introducir las obras e instalaciones ordenadas, claramente actuales y autónomas respecto a las preexistencias, casi a modo de “mobiliario” exento, procurando la comprensión y continuidad visual y circulatoria de los espacios originales.

La ampliación, consistió en la construcción de un porche abierto al corral, en planta baja, que contiene el comedor, bajo el dormitorio principal y terraza en planta piso.

Pep Putxé, fue el constructor local de las obras, aportando toda su sensibilidad, maestría y saber hacer en la ejecución de estas.