Superados los revolucionarios ideales modernos obsesionados por la funcionalidad y la internacionalidad, lo artificial y extraordinario, rompedor con la tradición y las preexistencias, nos interesa más la calidad de vida, lo común y corriente, lo normal elevado a otro nivel, buscando referencias y conexiones que garanticen la integración del edificio en un lugar.
Aspectos prácticos y sobretodo culturales consistentes en comprender qué aspectos pueden introducir un proyecto en su lugar para formar parte de él sin nostalgias, cuales son las cualidades e interpretaciones del programa adecuadas, aspectos importantes del proyecto, de la enfatización de su esencia. La arquitectura como un lugar, como atmósfera, como naturaleza. Disfrutada o ignorada, presente, equilibrada y bella.